Fora de aquesta terra. Sentir, pensar y hacer. Pensar, sentir y hacer. Sentir y Pensar: de ti, de sí y de ninguno.
Resquebrajamientos laborales ligados a la entremezcla de vínculos emocionales y laborales no permiten enfocar la atención y el tiempo ni la intención en una dirección.
Se resquebraja la voluntad cuando uno se relaciona con personas que no comparten su visión, sus ritmos ni sus tiempos. Cuando la condescendencia y el deseo de maternar se superponen a la verdadera tarea: trabajar en lo laboral y no en los traumas de cada una. Mas aun cuando la transparencia no ha sido parte de tu vida nunca. Hasta que sí.
Cualquier solapamiento con otros blogs, no es pura coincidencia.
Hay quienes escriben y quienes reescriben a partir de las historias de otros para tener una vida literararia sin sentido. ¿Para la posteridad? ¿Con qué fines?
Benevolencia y perdón o solo venganza y expiación de los propios deberes.
No es más que una estafa de la lucha contra el patriarcado, disfrazada en un feminismo extremista liberal (neoliberal) que solo busca disociar lo femenino de lo masculino, lo divino de lo mundano. ¿Por qué no podrían coexistir en armonía?
La lucha de poderes y el deseo nihilista de derrocar las estructuras de poder no es solo un intento de irse de lo que uno puede hacer en su máximo y último potencial, pero también responde a un deseo reprimido de lo deseado y no aceptado.
La vida en comunidad es más que un deseo personal de vengnza contra las “élites”. El trabajo es parte de todos y cada uno de nosotros. Es algo que responde a un deseo inconsciente y consciente. Pero el inconsciente, a pesar de los amantes ortodoxos de Freud y el psicoanálisis del yo, responde a más que eso. A un llamamiento a reconocerse en las heridas propias y a no pelear contra uno mismo. Si tu camino tomó la forma y la dirección que tomó, aunque el discurso de las diferencias estructurales económicas y de poder, sea el tomado por unas generaciones, hay otras que a pesar de la crítica y de todo lo que conlleva romper lo que generaciones anteriores resquebrajaron y construyeron. No es una meta derrocar a los que están arriba. Al contrario, desde mi punto de vista, se trata de trabajar en ti para trabajar con otros en miras de lo que te enciende alegría y gratitud de entregar a otros.
Sin excesivas críticas ni manipulaciones de quienes te ofrecen tiempo para escucharte. Y si te ves reflejado en esto o en lo primero, sigue adelante con tu vida. Vivir en rebobinación es un acto de masoquismo narcisista. Si necesitas dejar atrás un sueño porque las estructuras cambiaron, hazlo. Si necesitas pausar una vida para iniciar otra, hazlo. Desde lo que puedes hacer hoy, no soñando en todo lo que vendrá después, porque vivir de fantasías de reencuentro con fantasmas de tu pasado, solo los atrae más.
No sueltes ni dejes ir. Pero sí, agárrate a tu realidad primero y atrápate, porque si tú no lo haces, nadie debe hacerlo por ti.
¿Padres, madres? Como no hacerlo? ¿Cómo no pensarlo? Pero cuando el deseo de reencuentro se torna en una fantasía actuada mediante el uso de artefactos, pensamientos, intenciones y rituales, hay quienes salen mejor parados y quienes no. ¿Te identificas con alguno de los dos planteamientos? Pues adelante, gira a la derecha o la izquierda, delante o detrás, pero no te detengas en el mismo lugar.
No puedes cambiar la vida de otros, más que seguir adelante con la tuya. Eso es seguir hacia adelante. Y si revisitaste el pasado terrenal, sigue adelante aunque haya quienes te quieran acusar de algo que sembraron en ti antes de que cualquiera lo hiciera. Y si revisitaste el pasado infernal o el espiritual en su máxima amplitud, no te olvides de que la verdad es solo aquella que proyectas de ti en ti, aunque tome formas inusuales, extrañas, bizarras y completamente ficticias.
Las amenazas a personas que no han sido parte de tu vida por años, ya sea por intenciones benéficas, no es más que un acto de egoísmo y de narcisismo primario que no encuentra otra salida más que aquella que sea verter la historia familiar de una para expiar resentimientos de la infancia, y no por ello menos infantiles.
Todo lo que se abre, se cierra. Parte de seguir adelante, es integrar mediante la toma de conciencia de aquello que nos resulta insoportable de aceptar de nosotros mismos. Aquí es donde las pausas se tornan en alegrías. Y no solo las risas se tornan en victorias, porque las verdaderas victorias se hacen en la materialización de la voluntad y acciones propias, la ontología de cada uno, de aquello que nos permite ser quienes somos, dejando de lado la culpa de todo lo que no somos, pero sí de todo lo que cada uno puede ser.
No solo mediante rituales y directrices escritas, pero mediante la voluntad, la acción y el trabajo propio. Con todo lo que vivir implica para ti.